El sourcing en la cooperación: cómo ser una organización local visible y atractiva para financiadores
Por Catalina Escobar
Sept 2025
En la cooperación internacional y la filantropía, solemos pensar que son las organizaciones sociales las que buscan y compiten por acceder a fondos. Sin embargo, cada vez más, el proceso funciona en doble vía: los financiadores también hacen sourcing, es decir, buscan activamente socios locales sólidos, confiables y con capacidad de generar impacto real en los territorios o comunidades.
Esta tendencia se ha acelerado con el aumento del interés en el impacto social de empresas y familias, con la creación de nuevas fundaciones financiadores, con la inversión de impacto y nuevos mecanismos de financiación, con el crecimiento de programas corporativos que requieren alianzas locales para operar o tener acciones en ciertos contextos. La realidad es que no basta tener recursos, los financiadores necesitan organizaciones con trayectoria, legitimidad en sus comunidades y capacidad de ejecución comprobada.
No se sorprendan si en algún momento un posible aliado nacional o internacional les escribe por correo, LinkedIn o redes sociales solicitando más información sobre su organización, o incluso pidiendo una propuesta.
Para estar en el radar de los financiadores y aliados una organización necesita mostrar legitimidad, capacidad técnica, claridad en su propósito, evidencia de impacto y, sobre todo, visibilidad digital mínima para ser encontrada.
En este artículo resaltaremos los elementos que debe tener una organización local para ser visibilizada, identificada y elegida socia, por un financiador.
Visibilidad
Uno de los puntos más críticos, y a veces olvidados, es la visibilidad. No es suficiente hacer un trabajo valioso, si nadie lo conoce. La visibilidad digital es hoy lo que permite que una organización pueda ser identificable, verificable y contactable.
En la práctica, esto significa:
- Contar con un sitio web actualizado: No tiene que ser sofisticado ni complejo, pero sí debe mostrar claramente qué hace la organización, en qué territorios o temas trabaja, qué resultados ha obtenido, cuál es su equipo y estructura de gobierno. Para un financiador que hace una búsqueda, un sitio web mínimo es la primera prueba de existencia y seriedad.
- Presencia en redes sociales: Plataformas como LinkedIn, Facebook o Instagram son espacios donde financiadores e intermediarios descubren y siguen a organizaciones locales. Publicar logros, actividades y testimonios genera reputación digital. No se debe tener presencia en todas las redes, se puede escoger al menos una que se pueda mantener actualizada.
- Disponibilidad de información básica en inglés: Esto es algo opcional pues hoy en día, todos los navegadores traducen la información, pero se pueden tener una sección en inglés que puede ampliar las posibilidades de ser encontrado por cooperantes internacionales.
Y lo más importante: si reciben un mensaje, respondan con prontitud, diligencia y asertividad, ofreciendo información pertinente. Al mismo tiempo, verifiquen la credibilidad de quien los contacta: revisen su trayectoria, los proyectos que han apoyado, sus aliados nacionales e internacionales y con quién colaboran. En este sector también existen riesgos, por lo que es esencial ejercer criterio y confirmar que se trata de una oportunidad genuina.
Trayectoria y legitimidad
Es fundamental destacar la historia de la organización y que esta sea conocida: cuánto tiempo lleva trabajando, con qué comunidades o en que temas, y qué cambios tangibles ha logrado. La legitimidad no se construye solo con cifras, sino con la confianza de los actores locales, el reconocimiento de las comunidades y la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.
Un financiador que busca aliados locales suele preguntar:
- ¿Es esta organización reconocida por su comunidad, en su ciudad o país?
- ¿Tiene experiencia en la temática o zona geográfica?
- ¿Qué resultados puede mostrar, aunque sean modestos, como evidencia de impacto?
Capacidad técnica y de gestión
Una organización debe demostrar que puede administrar recursos de manera transparente y eficiente. Esto incluye tener procedimientos básicos de gobernanza, rendición de cuentas y control financiero.
Muchos financiadores no esperan estructuras complejas, pero sí lo mínimo indispensable:
- Estados financieros auditados o revisados.
- Procesos claros de seguimiento y evaluación.
- Un equipo con experiencia y roles definidos.
- Rendición de cuentas anual.
- Una estructura de gobierno corporativo (en este artículo detallamos más sobre el rol de las Juntas en sector social- El rol estratégico de las juntas directivas en el sector social, clave para la sostenibilidad • Nodoká)
Claridad en el propósito y alineación temática
Los financiadores hacen sourcing buscando socios que trabajen en temas alineados con su misión o estrategia. Una organización que logra expresar claramente su propósito, población objetivo y líneas de acción facilita esta conexión.
Aquí, la comunicación es clave: si una fundación busca aliados en educación rural, pero la organización no logra explicar de forma sencilla qué hace y qué logra en ese campo, la oportunidad se pierde.
Evidencia de impacto
Cada vez más, los financiadores quieren ver evidencia, no solo buenas intenciones. Por eso, contar con indicadores, testimonios, casos de éxito o informes de resultados, aunque sean sencillos, se vuelve indispensable. Si se cuenta con una teoría de cambio, esta debe ser visible pues es una gran tendencia (más La Teoría de Cambio como una guía para la planificación y la evaluación • Nodoká)
El impacto no siempre se mide en grandes números. A veces basta con demostrar cómo una intervención mejoró la vida de una comunidad específica y cómo ese aprendizaje puede escalarse. También es fundamental tener los informes de la organización visibles y disponibles en el sitio web.
Redes y articulaciones
Además de la presencia digital, estar activo en redes locales, nacionales o internacionales también aumenta la visibilidad. Los financiadores confían más en organizaciones que ya están vinculadas a plataformas reconocidas o que han trabajado con aliados respetados. Pueden ser redes temáticas, geográficas, o asociaciones.
La cooperación y la movilización de recursos están en constante transformación. El poder se ha ido equilibrando progresivamente, y hoy las organizaciones locales tienen tanto protagonismo como quienes financian. Ambos actores son esenciales para lograr un desarrollo equitativo, sostenible y con verdadero impacto social. Esta mentalidad de corresponsabilidad y respeto mutuo es clave para construir soluciones duraderas y sostenibles.